¿Quién puede ser Técnico Competente?
Técnico competente
La designación de un “técnico competente” en la redacción y elaboración de planes de autoprotección es un tema que requiere atención y claridad. La falta de criterio uniforme al respecto, dependiendo de la comunidad autónoma, plantea desafíos significativos en la garantía de la seguridad en diversos ámbitos.
La Norma Básica de Autoprotección, en su Artículo 4.1b, proporciona una definición general, estableciendo que el plan debe ser elaborado por un técnico capacitado para dictaminar sobre los aspectos relacionados con la autoprotección frente a los riesgos inherentes a la actividad. Sin embargo, esta definición no especifica el nivel de capacitación requerido ni la familiaridad con la actividad específica en cuestión. En muchos casos, se tiende a equiparar la competencia técnica con la formación en arquitectura o ingeniería, relegando otras titulaciones que podrían tener un conocimiento más profundo de la actividad en sí misma.
Es esencial reconocer que la competencia en la elaboración de planes de autoprotección no se limita únicamente a los técnicos superiores en prevención de riesgos laborales. Según el Real Decreto 393/2007, cualquier técnico experto en seguridad civil puede ser considerado competente para esta tarea. Esta amplitud de criterio subraya la necesidad de evaluar no solo la formación académica, sino también la experiencia y el conocimiento práctico en el campo de la autoprotección.
Registro de Técnicos competentes
Algunas comunidades autónomas han dado pasos hacia una mayor claridad al establecer registros de técnicos competentes, como en el País Vasco, Cataluña, Baleares y Canarias. Estos registros proporcionan una vía para acreditar la competencia de las personas encargadas de la redacción e implantación de los planes de autoprotección, contribuyendo así a la seguridad y la calidad de dichos planes.
Responsabilidad
En cuanto a la responsabilidad asociada, tanto civil como penal, es fundamental tomar precauciones adecuadas. La responsabilidad civil se equipara a la de cualquier profesional, con la particularidad de que los errores en los planes de autoprotección pueden tener consecuencias graves. Por ello, contar con un seguro de responsabilidad civil es recomendable para mitigar los riesgos
Por otro lado, la responsabilidad penal entra en juego cuando la negligencia o mala praxis del técnico causa daños a terceros, constituyendo un delito. Es importante comprender que la responsabilidad penal no puede ser asegurada, ya que depende de la comisión de actos ilícitos.
En conclusión, garantizar la competencia técnica en la elaboración de planes de autoprotección es fundamental para la seguridad. Establecer criterios claros y registros adecuados, junto con una gestión responsable de la responsabilidad asociada, son pasos esenciales hacia la prevención y la protección efectiva ante situaciones de emergencia